Gaston Bachelard. LA FORMACION DEL ESPÍRITU CIENTIFICO. MEXICO, Siglo XXI, 1988
Bachelard plantea el problema del conocimiento en la ciencia en términos
de obstáculos. Estos obstáculos aparecen en el acto mismo de conocer,
por eso se denominan obstáculos epistemológicos. El autor sostiene que
el conocimiento de lo real jamás es inmediato y pleno, es siempre “una
luz que proyecta alguna sombra”, en tanto se conoce en contra de un
conocimiento anterior, destruyendo conocimientos mal adquiridos. Frente a
lo real, lo que cree saberse claramente ofusca lo que debiera saberse.
Primer obstáculo a superar: La opinión. La ciencia se opone en absoluto a
lo opinión, en tanto ella piensa mal o no piensa, traduce necesidades
en conocimientos. El espíritu científico impide tener opiniones sobre lo
que no comprende o sobre cuestiones que no sabe formular claramente.
Ante todo es necesario saber plantear los problemas.
Planteamiento del problema: debe formularse una pregunta, en tanto todo conocimiento científico es repuesta a una pregunta.
Segundo obstáculo: El instinto conservativo. Costumbres intelectuales
que fueron útiles pueden a la larga trabar la investigación, esto sucede
cuando las ideas se valorizan indebidamente, cuando el espíritu
prefiere lo que confirma su saber a lo que lo contradice, en el que
prefiere las respuestas a las preguntas. Entonces el instinto formativo
acaba por ceder frente al conservativo y el crecimiento espiritual se
detiene. Este obstáculo epistemológico se incrusta en un conocimiento no formulado.
Tercer obstáculo: La observación básica. Ella se presenta como concreta,
natural y fácil, basta entonces con describirla para creer que se la
comprende. Pero de la observación a la experimentación no hay
continuidad sino ruptura, es necesario entonces que el pensamiento
abandone al empirismo inmediato.
El obstáculo epistemológico en la historia del pensamiento científico y
en la práctica de la educación: Lo que se encuentra en la historia del
pensamiento científico, ciertos conocimientos, detienen investigaciones
útiles y la evolución del pensamiento.
El epistemólogo debe seleccionar los documentos recogidos por el
historiador y juzgarlos desde el punto de vista de la razón evolucionada, puesto que en el presente se pueden juzgar plenamente los errores del
pasado espiritual. El historiador de la ciencia debe tomar las ideas
como hechos, el epistemólogo debe tomar los hechos como ideas,
insertándolas en un sistema de pensamientos. Un hecho mal interpretado
en una época sigue siendo un hecho para el historiador, pero para el
epistemólogo es un obstáculo a superar.
El espiritu
cientifico es un espiritu que necesita volar, cansado de comer flores y
tirar frutas, decide impartir un nuevo modo obsoleto de pensar...
(Gaston Bachelard Volviendo a mi viejo barrio).
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domingo, 18 de mayo de 2014
El sociólogo Philippe Perrenoud: es profesor en la Universidad de Ginebra. Sus trabajos sobre desigualdad y fracaso escolar lo han llevado a interesarse por cuestiones como: trabajo escolar, prácticas pedagógicas, innovación y formación del profesorado. UNA DE SUS OBRAS:
Philippe Perrenoud (2007). DIEZ NUEVAS COMPETENCIAS PARA ENSEÑAR. INVITACIÓN AL VIAJE, Graõ, Colofón, México,
Es una invitación a un viaje, una guía destinada al profesorado que busca comprender hacia donde va encaminado el oficio de enseñar. Hace referencia a las nuevas competencias, que contribuyen en la lucha contra el fracaso escolar, promueven el ejercicio de la ciudadanía y dan realce a la práctica reflexiva
El autor considera que aspectos como: práctica reflexiva, profesionalización, trabajo en equipo y por proyectos, autonomía y responsabilidad ampliada, tratamiento de la diversidad, énfasis en los dispositivos y las situaciones de aprendizaje, sensibilidad con el conocimiento y la ley conforman un “escenario para un nuevo oficio”. Escenario que aparece en un marco de crisis, al momento en que los docentes se refugian en su clase y en las prácticas que dan constancia a sus aptitudes. Decidir en la incertidumbre y actuar en la urgencia es un elemento que caracteriza la experiencia de los profesores, quienes realizan una de las tres profesiones que Freud llamaba “imposibles”, ya que el alumno se resiste al saber y a la responsabilidad.
Plantea como pretensión principal comprender el movimiento de la profesión docente, para lo cual plantea diez competencias.
Plantea como pretensión principal comprender el movimiento de la profesión docente, para lo cual plantea diez competencias.
domingo, 4 de mayo de 2014
DOS DE SUS OBRAS
1- Orientación psicológica y psicoterapia
La hipótesis básica de Rogers es que:
"La orientación psicológica es una relación estructurada y permisiva que permite al cliente comprenderse mejor a sí mismo de tal manera que pueda ir dando pasos positivos a la luz del nuevo enfoque que quiere dar a su vida; de esta hipótesis se deriva que todas las técnicas empleadas tienen como finalidad el desarrollo de un tipo de relación libre y permisiva, la comprensión de uno mismo durante el proceso terapéutico y fuera de él y la tendencia hacia una acción positiva por propia iniciativa"
Rogers, Carl (1978/1984). Orientación psicológica y psicoterapia. Tercera edición. Madrid: Editorial Narcea
2- Psicoterapia centrada en el cliente
Estas tres condiciones relacionales mencionadas son llamadas actitudes de base:
1- La aceptación y consideración incondicionalmente positiva de la persona en búsqueda de ayuda. Se acepta sin condición alguna la manera en que ella está dispuesta a revelarse y demostrarse en la relación frente al terapeuta.
2- La empatía centrada en la persona sufriente. Es la capacidad del terapeuta de entrar en el mundo del cliente y de comprender con exactitud sus vivencias como si el terapeuta fuese el otro. Esta comprensión empática facilita la concientización, favorece el acompañamiento terapéutico y promueve el desarrollo personal.
3- La autenticidad del terapeuta permite a menudo un diálogo sincero y constructivo directo entre el terapeuta y el cliente. El terapeuta sigue siendo un experto, pero él se comunica también como ser humano al servicio del cliente sufriente.
El ser humano: nace con un conocimiento intuitivo (inmediato) de sus necesidades organísmicas. A medida que se desarrolla, va empezando a construir un esquema de sí mismo con base a ese conocimiento. En los avatares de sus relaciones con el mundo y los otros, puede recibir dos clases generales de retroalimentación: consideración positiva incondicional y consideración positiva condicional. En tanto recibe ésta última, el sujeto, quien tiene necesidad de aceptación, aprende a rechazar partes de su sí mismo que los demás desaprueban, con lo cual pierde parte de su proceso de satisfacción de esas necesidades que ya no reconoce de sí.
– (1997). Psicoterapia centrada en el cliente. Barcelona: Ediciones Paidós Ibérica.
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